sábado, 24 de mayo de 2014

DIEGO DE GIRÁLDEZ.- PARTE IMPORTANTE EN LA ANATOMÍA ARTÍSTICA- LA RODILLA Y SU REGIÓN.


La rodilla, he observado que en el muslo, la forma general del miembro, es principalmente debido a grandes e importantes músculos pero muy diversas causas influyen en la forma de la rodilla, porque  las principales prominencias estan formadas no por músculos, sino por los huesos que se hallan debajo, son éstos la rótula, el extremo inferior del fémur y las porciones superiores de la tibia y el peroné.
Cuando se observa la rodilla por delante, se nota que el lado interno es mucho más prominente que el externo y muestra sobre todo en las mujeres una marcada convexidad, mientras que el lado externo es generalmente plano, pero puede llegar a ofrecer hasta una ligera concavidad.
Los límites superiores e inferiores de esta concavidad o aplastamiento están muchos más apartados que los límites de la convexidad interna. En otros términos la concavidad externa ocupa una extensión considerable del miembro, mientras que la convexidad interna es corta y brusca. Es producida por el cóndilo interno del fémur y la tuberosidad interna de la tibia. El ojo no basta para apreciar donde termina el fémur y empieza la tibia, a no ser que la rodilla esté en la flexión. En la posición sentada y cuando una rodilla está cruzada sobre la otra, la tuberosidad interna de la tibia, se ve que es algo más prominente que el cóndilo interno del fémur. En modelos musculosos, la prominencia del vasto interno
oculta en gran parte la línea del cóndilo interno, pero la tuberosidad interna de la tibia no está oculta de modo parecido por los músculos superyacentes.
En modelos delgados por supuesto, las  prominencias óseas son mucho más visibles y en ellas puede a veces observarse, que el  cóndilo interno, empieza bruscamente cerca del punto en que el tubérculo aductor para inserción del tendón del aductor mayor, se halla en el lado interno de la rodilla, a la mitad de la distancia entre las superficies anterior y posterior.
El hecho es que la ausencia de grandes masas musculares, es lo que permite a las prominencias óseas de la rodilla  poderse reconocer tan claramente. Aunque el cóndilo externo del fémur, puede fácilmente tocarse sobre el lado externo de la extremidad, no es costumbre que se vea como una marcada prominencia, ni tan poco ocurre esto con la tuberosidad externa de la tibia y ello es debido principalmente al tendón del bíceps y a la banda íliotibial.
La punta ósea más prominente sobre el lado externo de la rodilla, es la producida por la cabeza del peroné. Como otras muchas prominencias se halla ésta situada en modelos de media gordura en el fondo de una ligera depresión. pero si la rodilla se dobla, forma casi siempre una prominencia bien definida más abajo de la tuberosidad externa de la tibia, de modo que el peroné ,queda excluido de la articulación de la rodilla.
El tendón del biceps explica la cresta bien marcada que se halla cuando se examina desde el lado exterior de la rodilla fuertemente doblada, y servirá de guía para llegar con el dedo hasta la cabeza del peroné. Frente a la cresta bicipital, se nota la cavidad longitudinal y enfrente también de ésta, la prominencia longitudinal formada por la banda iliotibial.
En el frente de la rodilla, la rótula se nota muy claramente cuando la rodilla está extendida o medio doblada. Es la eminencia oval que está opuesta a los dos cuartos superiores de la convexidad de la superficie interna de la rodilla y los dos sextos del medio de la concavidad de la superficie externa. La rótula se nota con mucha menos facilidad cuando la articulación se halla completamente en flexión. Es esto debido al hecho de que al doblarse la rodilla, la rótula resbala de suposición en el frente del fémur a la superficie inferior de éste hueso, para colocarse aquí en una cavidad y así hundirse, no sólo entre los cóndilos del fémur, sino también en el espacio triangular, entre el extremo inferior del fémur y el extremo superior de la tibia. Los bordes superior e inferior de la rótula no son tan patentes como sus márgenes laterales. El músculo cuadriceps del muslo, está adherido al borde superior y el ligamento rotuliano está fijo en el borde inferior, el cual es más puntiagudo que el superior. La rótula forma así un lazo de conexión entre el músculo cuadriceps y el ligamento de la rótula. El último produce una cresta bien visible y determinada y se estrecha al ir descendiendo para terminar en el tubérculo de la tibia, sobre cuyo hueso actúa como el tendón de inserción del músculo cuadriceps. La rótula es el mayor de los huesecillos especialmente desarrollados en los tendones, en lugares donde se deslizan sobre prominencias óseas. El ligamento de la rótula se destaca visiblemente al estar extendida la rodilla, esto es, al ponerla en la línea recta.
El tubérculo de la tibia, el ligamento de la rótula y la forma puntiaguda de la parte inferior de ésta, reciben el peso del cuerpo cuando se adopta la posición arrodillada, y la piel que está encima
de ellos es muy gruesa. El frente de la rodilla está marcado por numerosos surcos transversales, semejantes a las arrugas de la cara, a las líneas de flexión sobre los dedos y a las rayas de la palma de la mano.