viernes, 25 de octubre de 2013

SEGUIMOS HABLANDO DEL DEDO PULGAR- POR DIEGO DE GIRÁLDEZ.

Hablamos de las rayas más finas que se ven en todo lo que constituye la cara palmar de la mano y de los dedos, y están asociadas al gran desarrollo que en estas regiones
tiene el sentido del tacto. En las caras externas, interna y posterior del pulgar, la piel es semejante a la del dorso de la mano. Sobre el nudillo distal del pulgar existen numerosas rayas transversales.
La depresión que existe en el dorso de la parte más alta del pulgar, le dan el nombre de tabaquera anatómica. Sus límites son dos crestas que pueden observarse muy bien si se extiende con fuerza el  púlgar. La cresta externa está formada  por los tendones del extensor largo, extensor ossis metacarpi y del extensor corto del púlgar, por el lado interno.
La llamada tabaquera está limitada por la cresta del tendón  del extensor largo del pulgar. 
Por medio de ligeros movimientos del pulgar, mientras se conserva extendido, cada uno de estos tres tendones puede seguirse hasta la base del hueso. Los demás dedos , el del medio es el más largo, el anular y el índice,  casi siempre se llevan poca diferencia en longitud.
Las bases de los tres dedos internos son casi de ingual anchura, pero la base del índice es  más ancha que la de los demás, en la proporción de 2 a 10, tomando como guía de éstos dos números. La base de la primer galange del pulgar estaría representada por el 12.
Por regla general los dedos van en disminución hacia sus extremidades y cuando más marcada es ésta progresiva disminución, más bonitos se supone que son, pués los artistas sobre todo en la antiguedad solian pintar y apreciar este tipo de manos con esos dedos, pero los extremos del anular y del de en medio son casi siempre algo ensanchados. También se ensenchan  los dedos al
nivel de los nudillos de en medio, pero se estrechan ligeramente al de los nudillos distales.
Pueden verse rayas transversales en la superficie palmar de las articulaciones. La serie más alta está situada a unos dos centímetros más abajo del nudillo, la serie de en medio exactamente enfrente de éste y la serie inferior de unos siete milímetros más arriba del correspondiente nudillos.

Diego de Giráldez

viernes, 18 de octubre de 2013

DIEGO DE GIRÁLDEZ- SEGUIMOS HABLANDO DE LA MANO Y NOS FIJAMOS EN EL DEDO PULGAR

El púlgar - el dedo que diferencia la mano del hombre de los demás animales, incluso a la de los monos. La extraordinaria movilidad de éste dedo es lo que distingue la mano del hombre de todas las especies.
Cuando está en la posición natural de descanso, sus superficies miran hacia adentro y hacia afuera, hecho importante porque las superficies de los otros dedos miran directamente hacia adelante y hacia atrás. Cuando la extremidad se halla extendida con  la palma  mirando hacia enfrente, la uña del pulgar puede verse, mientras que las uñas de los otros dedos no son visibles, excepción hecha por supuesto de aquellas razas orientales y raras costumbres occidentales, o no tan raras, que dejan crecer las uñas extraordinariamente.
El púlgar se eleva desde la superficie de la palma en una prominencia redondeada que le llaman eminencia tenar, oval, con su largo eje dirigido hacia abajo y hacia afuera y su piel marcada por numerosas rayas transversales. A través de ésta piel es posible que se vean una o dos venas y de vez en cuando, en los ancianos, la arteria palmar superficial puede dejarnos ver sus pulsaciones al seguir un trayecto vertical a través de la eminencia tenar, pero desaparece de pronto, antes de llegar a la palma.
El borde superior y externo de la eminencia tenar está formada por el hueso metacarpiano del pulgar y es recto e inclinado desde el borde exterior del antebrazo con el cual es continuo en un ángulo de 45º, cuando la mano está en posición de descanso con la palma hacia adelante. Éste ángulo puede sin embargo aumentar hasta 60º ó 70º por fuerte abducción, o llegar a desaparecer del todo por abducción del pulgar.
Éste borde externo de la eminencia tenar, si se sigue hasta las dos falanges, se convierte en la superficie externa del pulgar. La articulación metacarpofalángica, está a bastante menos de la mitad de la distancia que va desde la base de la eminencia tenar a la punta del pulgar, y se conversa casi siempre en ligera felxión. No es una articulación que permita gran movilidad, pero la que tiene es de gran valor para la función de éste dedo de gran importancia. Donde termina esta superficie externa o muy cerca, la uña del púlgar, viene a interrumpir su continuidad. La superficie es cóncava en la parte que corresponde a la primera falange.
La superficie interna del púlgar es también cóncava frente a la primera falange y convexa frente a la  segunda. Está unida por una membrana al borde externo de la palma, algo más arriba del centro de una línea trazada desde el límite superior de la eminencia tenar a la base del índice.
El púlgar es el dedo más corto, a excepción del meñique en algunas personas, pero es el más macizo de todos, de forma cilíndrica, algo tosca, es en su base más grueso de delante atrás y distalmente donde está la uña, es más grueso de lado a lado. Por su cara palmar, su piel presenta las mismas características de la propia palma de la mano, su superficie queda cortada en las articulaciones por una o dos rayas de flexión y muestra además infinidad de rayas finísimas, especialmente en su falange terminal que si se estudia para su detalle en escultura realista con un lente de mano, se ve que están dispuestas concentricamente, pero nunca exactamente lo mismo en dos individuos ( que se sepa ) hecho de que se ha sacado partido para el registro de sujetos por la administración, tomando y coleccionando sus huellas digitales.


viernes, 11 de octubre de 2013

CONTINUANDO CON LA MANO, HABLAMOS DE LOS DEDOS DE GRAN IMPORTANCIA EN EL DIBUJO ARTÍSTICO POR DIEGO DE GIRÁLDEZ.


Los dedos no están adheridos a la palma en un plano exactamente transversal  Su línea de unión  está ligeramente encorvada de modo que la hendidura entre  el dedo medio y el anular es de unos milímetros más lejos de la muñeca que las hendiduras entre los otros dedos.
Nos fijamos en el dorso de la mano y vemos la piel del dorso, que es más áspera, menos tirante y más delgada que la de la palma.
Está cubierta de fino vello e inmediatamente debajo de la piel hay un plexo venoso irregular que recibe las venas de los dedos. Es generalmente perceptible un arco venoso, más o menos bien marcado con convexidad hacia los dedos que recibe estas venas digitales.
En la mano poco menos que cornea del labrador o del jornalero, son dilatadas con abultamiento, mientras en las manos delicadas aparecen las venas como delgadas líneas azules. En la vejez, se hacen más aparentes y lo propio  les ocurre a los espacios entre los huesos metacarpianos, lo que es consecuencia del desgaste de los tejidos blandos.
Sobre el dorso de la mano y situados debajo de las venas, existen varias crestas correspondientes a los tendones de los músculos extensores de los dedos. Estas crestas se ven mucho mejor cuando la muñeca está extendida, quiero decir, enconvarda hacia atrás las articulaciones metacarpofalángicas en flexión y la mano sostenida tirante, esta es la posición que mejor se ven.
Ciertos tendones  forman más visibles y constantes crestas que otros. Así en la mayor parte de los modelos, los que pasan al dedo de en medio y al anular, se destacan más distintamente si se comparan con los que pasan al índice y al meñique.  Los tendones que pasan a estos últimos dedos son duplicados, hecho que indudablemente está en relación con su mayor libertad de movimientos.
Del tendón más interno del índice sale un vástago o derivación para el otro que pasa al dedo de en medio y el tendón del anular envía también otro vástago a cada lado de los tendones adyacentes del dedo de en medio y del meñique.  Estos vástagos o derivaciones están situados subcutaneamente, y pueden a veces verse en la base de los dedos. Probablemente a ellos es debida la dificultad que experimentan los  pianistas para levantar el dedo anular independientemente de los demás.

Diego de Giráldez

viernes, 4 de octubre de 2013

LA PIEL DE LA MANO, LAS MARCAS O RAYAS- POR DIEGO DE GIRÁLDEZ


Las marcas o rayas de la palma de la mano que sirven de fundamento a la Quiromancia ( ciencia adivinatoria), son debidas a los variados y frecuentes movimientos de los dedos y a la presencia de los músculos que están situados debajo, según el individuo su posición y su longitud varían indudablemente en la formación de arrugas o rayas de flexión en la piel de la mano y de los dedos.
Hay tres principales. La primera raya pasa desde el lado interno de la extremidad superior de la eminencia tenar y  se encorva hacia abajo y hacia afuera, hasta un punto en el borde externo de la palma, situado a unos centímetros más abajo de su centro. Estando al mismo nivel con la parte distal del pulgar extendido. Esta raya es debida al movimiento del  pulgar, movimiento producido por los cortos músculos del pulgar que forman la eminencia tenar. 
La segunda raya pasa desde el borde interno de la palma a unos dos centímetros del meñique, es decir sobre el meñique, hacia el interior de la mano- hasta la hendidura, entre el índice y el dedo del medio, pero dirigiéndose hacia la parte externa de dicha hendidura. Se hace observable por flexión de las tres  articulaciones metacarpofalángicas  internas, mientras se hallan extendidos el índice y el pulgar.
La tercera, raya principal, pasa hacia afuera, desde la parte inferior de la eminencia hipotenar, entre las dos rayas principales y llega al borde externo de la mano a dos centímetros y medio más arriba del índice, aproximadamente  en el mismo nivel transversal que el punto en que empieza la segunda raya, se hace observable también por  la flexión de las cuatro articulaciones metacarpofalángicas internas.
La eminencia tenar en la base del pulgar, está especialmente señalada por numerosas rayas más pequeñas.

Diego de Giráldez