viernes, 11 de octubre de 2013

CONTINUANDO CON LA MANO, HABLAMOS DE LOS DEDOS DE GRAN IMPORTANCIA EN EL DIBUJO ARTÍSTICO POR DIEGO DE GIRÁLDEZ.


Los dedos no están adheridos a la palma en un plano exactamente transversal  Su línea de unión  está ligeramente encorvada de modo que la hendidura entre  el dedo medio y el anular es de unos milímetros más lejos de la muñeca que las hendiduras entre los otros dedos.
Nos fijamos en el dorso de la mano y vemos la piel del dorso, que es más áspera, menos tirante y más delgada que la de la palma.
Está cubierta de fino vello e inmediatamente debajo de la piel hay un plexo venoso irregular que recibe las venas de los dedos. Es generalmente perceptible un arco venoso, más o menos bien marcado con convexidad hacia los dedos que recibe estas venas digitales.
En la mano poco menos que cornea del labrador o del jornalero, son dilatadas con abultamiento, mientras en las manos delicadas aparecen las venas como delgadas líneas azules. En la vejez, se hacen más aparentes y lo propio  les ocurre a los espacios entre los huesos metacarpianos, lo que es consecuencia del desgaste de los tejidos blandos.
Sobre el dorso de la mano y situados debajo de las venas, existen varias crestas correspondientes a los tendones de los músculos extensores de los dedos. Estas crestas se ven mucho mejor cuando la muñeca está extendida, quiero decir, enconvarda hacia atrás las articulaciones metacarpofalángicas en flexión y la mano sostenida tirante, esta es la posición que mejor se ven.
Ciertos tendones  forman más visibles y constantes crestas que otros. Así en la mayor parte de los modelos, los que pasan al dedo de en medio y al anular, se destacan más distintamente si se comparan con los que pasan al índice y al meñique.  Los tendones que pasan a estos últimos dedos son duplicados, hecho que indudablemente está en relación con su mayor libertad de movimientos.
Del tendón más interno del índice sale un vástago o derivación para el otro que pasa al dedo de en medio y el tendón del anular envía también otro vástago a cada lado de los tendones adyacentes del dedo de en medio y del meñique.  Estos vástagos o derivaciones están situados subcutaneamente, y pueden a veces verse en la base de los dedos. Probablemente a ellos es debida la dificultad que experimentan los  pianistas para levantar el dedo anular independientemente de los demás.

Diego de Giráldez