viernes, 14 de diciembre de 2012

EL ESQUELETO COMO BASE ARQUITECTÓNICA DEL MODELO.-POR DIEGO DE GIRÁLDEZ.

No hay ningún hueso que sea del todo recto o completamente rígido.
En los jóvenes, la elasticidad es mayor y las curvas que se hayan en los huesos tienden evidentemente a crecentar su fuerza.
En el adulto, el esqueleto está formado por huesos que se aproximan a la rigidez y la longitud  de cada uno aparece ligeramente aumentada por una masa cartilaginosa menos rígida, que forma una especie de coginetes a cada extremo.
A demás de esto, en ciertas articulaciones verdaderos coginetes de fibrocartílagos, se intercalan entre extremidades de los huesos.
Los huesos son de diversas formas. El fémur, hueso del muslo puede ofrecerse como ejemplo de hueso largo, el espinazo,
se compone de huesos cortos, la paletilla- escápula u omoplato y el frontal, es decir el hueso de la frente, son ejemplos de huesos planos.
La estatura depende principalmente de la longitud de los huesos largos de las extremidades inferiores y de los cortos de la espina dorsal o columna vertebral.
Como palancas mecánicas, deben considerarse los huesos largos.
Cada acción muscular podría tomarse como una potencia o fuerza aplicada a una posición tal de la barra o hueso que puede vencer un peso determinado o una resistencia y de tal manera producir movimiento sobre un punto fijo de apoyo.
Huesos cortos, en caso de fractura son más habituales en los huesos largos, como se puede entender, los cortos están menos sujetos a fracturas, la multiplicación de las superficies cartilaginosas  y articulares dan como resultado más fácil el movimiento. Así, si  la espina dorsal fuera un sólo y rígido hueso largo, su relación con el craneo sería de un mango de cualquier herramienta, Ej: una escoba pasaría que si nos cayeramos violentanmente sentado, el efecto sería empujar el cuello contra la base del craneo y entrar el hueso en la cavidad craneal.

 Diego de Giráldez