sábado, 14 de junio de 2014

DIEGO DE GIRÁLDEZ - LAS PROMINENCIAS ÓSEAS A DESTACAR EN LA OBRA ARTÍSTICA BASADA EN LA PIERNA


Las prominencias óseas de la tibia y del peroné, en la región de la rodilla se han hecho notar ya, y con excepción de la espinilla, nada mejor puede ser reconocido por el tacto o visto de lo que se refiere a los huesos hasta que se llega a la región del tobillo. Aquí las dilatadas porciones inferiores de la tibia y del peroné vuelven a ser subcutáneas y forman dos prominencias bien marcadas , los maléolos, situados uno a cada lado del tobillo. El maléolo interno de la tibia es más macizo pero más corto y menos prominente, que el maléolo externo del peroné, las relativas posiciones de esas puntas de las extremidades inferiores de los huesos de la pierna son.
La punta del maléolo externo está situada a unos dos centímetros debajo y a un centímetro y pocos milímetros detrás de la punta correspondiente a la tibia.
La superficie externa del peroné inmediatamente subcutánea durante unos seis o siete centímetros más arriba de la punta de sus maléolos, pero más allá queda cubierta por tendones y músculos adyacentes.
El maléolo interno puede seguirse remontando hasta la espinilla subcutánea.
Aunque el borde interior de la tibia es posible que se note al tacto, queda oculto a la vista por el vientre de los subyacentes músculos de la pantorrilla, en la parte posterior de la pierna.
Como añadidura a las prominencias óseas, musculares y tendinosas, un cuidadoso examen de la pierna que tiene generalmente menos gordura que el musculo, revelará tres estructuras superficiales a saber, la vena safena interna, la vena safena externa y el nervio musculo cutáneo. Todas son bastante difíciles de ver, excepto en los modelos delgados, y la dificultad es aún mayor por lo que se refiere al nervio.

La vena safena larga ha sido ya explicada en el muslo..
En la pierna forma una línea azul, cresta o eminencia, precisamente  en frente de del maléolo interno y pasa hacia arriba de dicho miembro, detrás mismo de la espinilla, al lado interno de la rodilla cerca de cuya cara posterior está situada. Esta vena recibe varios afluentes desde el frente y los lados de la pierna y es propensa a estar dilata a intervalos, a seguir un curso variante hacia el exterior, muy apreciado por su llamativa manifestación exterior cuando se trata de modelos con varices, que además son sufridas  para el que las padece.