viernes, 19 de julio de 2013

POR DIEGO DE GIRÁLDEZ - LA IMPORTANCIA DEL ANTEBRAZO EN LA ANATOMIA ARTÍSTICA

Vamos  a proceder a estudiar el dorso del antebrazo, fijaremos la atención en el área subcutánea triángular del cúbito, debajo de la apófisis olécranon. Continuando hacia abajo, en el borde posterior del cuerpo del cúbito y facilmente observable al tacto si se sigue con el dedo hasta abajo de la prominente cabezuela del mismo hueso, cerca de la muñeca.
Este borde óseo, está situado contiguo a la cara interna del antebrazo, hallándose generalmente en el fondo de un surco pequeño, pero bien marcado, porque en todo su trayecto es subcutáneo, por lo tanto fácil de recorrer al tacto. El surco está limitado por dos crestas, de las cuales la del lado interno es debido  al cubital anterior y la del lado externo, menos marcada al músculo cubital posterior.
El antebrazo la fosa anticubital, es triangular, está limitada a  cada lado por prominentes crestas de músculos, la cresta formada por los musculos flexores superficiales de la mano y el redondo está en el lado interno. Está inserto en el centro de la superficie externa del radio. Se nota el manojo de la aponeurosis semilunar brotando del lado interno del tendón del biceps, pasando hacia dentro por encima y dentando la masa musculosa debajo del condillo interno denteado, puede observarse muy bien cuando un modelo musculoso dobla con fuerza el antebrazo y lo pone en supinación.
La cresta que limita por fuera el triángulo, la forma el músculo supinador largo. Por debajo de éste, el pronador mayor pasa para su insercción, y por su convergencia de éstos músculos, se forma el vértice de la fosa en un punto que está cubierto por la mayor de la venas superficiales, de la cual no se podrá pasar sin ser dibujada.

Diego de Giráldez.