Hay ocho huesos en la parte de la mano que le llamamos muñeca,
éste conglomerado de huesos enlazan con el término de radio y cúbito, están articulados uno con el otro de tal modo el aspecto de la parte anterior del carpo ofrece una concavidad general bién marcada. Ésta concavidad está limitada en el lado interno por un hueso que es el menor de la serie, con un volumen a un garbanzo apróximado y por el hueso ganchoso que está situada más profundo. Las correspondientes eminencias que limitan la concavidad en el lado externo, son el tubérculo del escafoides y la cresta del trapecio, éste último hueso está en el lado exterior de una cavidad que recibe un tendón flexor.
Es de mucha y especial importancia por tener una pequeña apófisis que se dirige hacia abajo y hacia dentro y aparta el pulgar del íncide. La gran extensión de los movimientos del pulgar, es característica de la especie humana, se podría decir que la gran diferencia entre las manos de animales y humanas está en el dedo pulgar, éste dedo es de vital importancia para el hombre en la ejecución de muchos de los delicados movimientos que la civilización y su desarrollo nos va imponiendo. Ej; esencial en el manejo del teclado del teléfono-móvil o del manejo del lápiz o bolifgrafo.
La importancia y extensión del moviento es tal que la superficie palmar de la falange terminal del pulgar puede ser opuesta a la superficie palmar, de cualquier parte de los otros dedos.
Los huesos del metacarpo son uno para cada dedo, por lo tanto son cinco. Las superficies posteriores forman crestas longitudinales en el dorso de la mano, más visibles en las personas mayores o delgadas y sus cabezas forman la primera serie de nudillos.
Las falanges de la mano son catorce, tres para cada dedo, escepto el pulgar que solo tiene dos, su tamaño disminuye de arriba abajo, al poseer cada uno un cuerpo y dos extremidades, se califican los huesos de largos, las cabezas de las falanges proximales y medias , las dos hileras de nudillos.
